Llamativamente en Santa Fe no hubo tanta humedad como es habitual, pero la temperatura rozó los 30 grados. Domingo a la tardecita, después de un asadito o algún pescadito mirando al Paraná, ideal para la siesta. Y más cuando Colón y Argentinos casi ni se patearon al arco.
De entrada los de Gabriel Milito, con muchas bajas por lesiones, suspensiones y casos de coronavirus, parecieron arrancar mejor y empezaron a acercarse al arco de Burián, pero esas intenciones se fueron esfumando.

Después, poco, poquito y nada para destacar. Colón pareció intentar, incluso Eduardo Domínguez metió varios cambios ofensivos, pero Argentinos le cerró bien los caminos. Los visitantes crecieron un poco con el ingreso de Florentín pero tampoco estuvo fino en los últimos metros.
Fuente: Diario Olé