El gran periodista Rubén Leys escribió en sus redes sociales acerca de la enorme figura de José Ignacio “Polo” De Lizaso, el mejor basquetbolista de Necochea y uno de los mejores a nivel nacional, ídolo en Bahía Blanca donde integró un trío inigualable junto  Alberto Mandrake Cabrera y Alberto Lito Fruet.

 

“Polo” es leyenda. Del basquet argentino. Del deporte de Necochea. A la edad de 75 años falleció una de las figuras más extraordinarias e inolvidables que haya dado el deporte de nuestra ciudad.

Debo ser sincero y contar que nunca lo vi jugar. Cuentan los especialistas de la naranja que fue un alero de relativamente baja estatura pero con una excelente capacidad de salto. Y una extraordinaria garra que lo hacía caudillo en cualquier cancha y cualquier escenario.

Fue único e irrepetible. Quizás su nombre no le suene demasiado a los más jóvenes, aunque a cualquiera que le guste el basquet, de la edad que sea, es imposible que no haya escuchado nunca el recuerdo de “Polo”.

Su trayectoria empezó en Boca de nuestra ciudad, pero por influencia de su tío René Casenave fue a Rivadavia. Y de allí directamente a Olimpo de Bahía Blanca. Los únicos 3 clubes en los que jugó, más allá de, lógicamente vestir con orgullo y hombría los colores de la selección argentina, con un trío excepcional junto al “Beto” Cabrera y “Lito” Fruet. Jugó 11 torneos argentinos, de los que ganó 8 !!!!!! Sensacional.

Más allá de su curriculum deportivo brillante, me nacen contar 3 anécdotas de “Polo”. Fue determinante y alma mater de la época dorada del basquet necochense con Rivadavia, cuando gracias a sus contactos, el decano incursiona del día a la noche en la Liga Nacional C, llama a Bahía Blanca para contratar a Neal Robinson y luego el recordado ascenso a la Liga Nacional B. Allí “Polo” fue dirigente, técnico, hincha. No le faltó nada.

En otro hito excepcional para el deporte de la ciudad como lo fue el Campeonato Mundial de Casín en el Piso de Deportes, con el título del “Nene” Néstor Osvaldo Gómez (se deben estar dando un abrazo interminable en el cielo…), “Polo” fue el presidente de la Sub Comisión que hizo una organización rutilante, como embajador incomparable y de lujo ante los ojos del mundo del billar.

La otra, en 1995, Juegos Deportivos Panamericanos, y Necochea subsede en fútbol. De Lizaso, como no podía ser de otra manera era el referente en nuestra ciudad, y con absoluta humildad, me llama y me convoca para ser el encargado de toda la prensa. Un orgullo y un honor.
En el último Mundial que jugó Argentina (subcampeonato con Campazzo, Scola y compañía) teníamos la cábala de dialogar después de los partidos que se jugaban muy temprano a la mañana, con un análisis y una claridad propias de los distintos. Los elegidos.
La última nota fue en noviembre del año pasado- Más de 15 minutos. La presentación del piso flotante del Piso de Deportes. Se lo veía feliz. Participativo. Recuerdo que me dijo que “habrá un antes y un después de esta inversión. Para todo el deporte de la ciudad. Como basquetbolista, estoy plenamente reconfortado”, me dijo.
Los grandes nunca mueren. Por eso “Polo” seguirá vivo en el basquet y en el deporte todo por los tiempos de los tiempos. Eternamente José Ignacio De Lizaso. El más grande embajador del deporte de la ciudad en todos los tiempos.

 

Sin dudas que las palabras de Rubén Leys refleja en palabras lo que mucho piensan y sienten muchos de este enorme del basquetbol, que gracias a él, hoy, Bahía Blanca es llamada “la capital del basquet”.

Por eso, “Polo es leyenda”.

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