El Gobierno citará por primera vez a gremios y empresas para debatir el piso salarial, que incidirá también en planes sociales y seguro por desempleo.
En cambio no está previsto que la suba resultante termine por reflejarse en el Ingreso Familiar de Emergencia. Si bien ese aporte estatal de 10 mil pesos no está asociado al salario mínimo había sectores gremiales y sociales que especulaban con que el debate sería una oportunidad para incrementarlo tras más de seis meses sin cambios. Donde sí tendrá impacto directo el cambio del sueldo mínimo será en los más de 500 mil planes que pagan el denominado “salario social” y que, a diferencia del IFE, crecerán en igual proporción. En la actualidad el salario social equivale a la mitad del mínimo, es decir 8.500 pesos.
Con una inflación que en 2018 fue del 47,6% y al año siguiente de 53,8 por ciento, el salario mínimo, vital y móvil creció en esos períodos un total de 60% (25 y 35 por ciento, respectivamente) y perdió más de cuarenta puntos del poder adquisitivo. El otro ítem que deberá resolver el Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil (tal su nombre completo) es un eventual ajuste de las prestaciones por desempleo, que en la actualidad, y a partir de la pandemia, registran un mínimo de 6 mil y un máximo de 10 mil pesos.
El Consejo del Salario reúne cada año a los referentes de la CGT -que en los últimos días gestionó con Moroni la convocatoria y ayer encontró la confirmación del llamado-, las dos versiones de la CTA (de los Trabajadores y Autónoma) y de las principales cámaras empresarias como la Unión Industrial, las cámaras de Comercio y Construcción, el agro, los bancos, la Bolsa de Comercio y las pyme. De no haber acuerdo de partes el Gobierno podrá, como sucedió en la última discusión en la gestión de Mauricio Macri, disponer un incremento unilateral.
Fuente: Ámbito