Ariel Suárez rompió en llanto no bien ingresó con el bote y sus remos al río. Después de pasar más de 145 días de cuarentena pudo cumplir su promesa de regresar a la acción

Rodeado de algunas cámaras, muchos fanáticos y varios transeúntes, el atleta no tuvo palabras para explicar lo que sintió en un principio, cuando sólo alcanzó a romper en llanto tras ser consultado sobre cómo se se encontraba.

Poco más de 45 minutos después de realizar algunos trabajos con el bote y sus remos, ya más relajado, se acercó a la orilla para brindar esa entrevista que no pudo dar al comienzo.

Ariel Suárez volvió a entrenarse (Infobae)Ariel Suárez volvió a entrenarse (Infobae)

“Es una satisfacción lo que se vive. Uno disfruta y se desconecta por completo de todo. Ese disfrute es una sensación muy linda y la volví a sentir. Me saqué un peso, una angustia enorme de estar tanto tiempo encerrado“, aseguró a las cámaras de TN.

La cuestión mental es fundamental. La parte mental es clave en el deportista, aún más porque con la cabeza manejás todo. Cuando un deportista está mal mentalmente, le va mal en todo”, explicó Ariel Suárez desde su bote y antes de volver a la acción nuevamente.

Ariel Suárez disfrutó de su entrenamiento (Infobae)Ariel Suárez disfrutó de su entrenamiento (Infobae)

Pasaron los días hasta que este domingo 9 de agosto decidió encabezar una marcha y trasladarla hasta la salida de la Quinta de Olivos, con motivo de dar visibilidad a sus reclamos: “Estoy cansado y mañana no me interesa nada. Voy a poner el bote en el agua y que sea lo que sea. La única forma de que me saquen de ahí es preso. No aguanto más”.

Fuente: Infobae.

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