Luis Ale, un icono entre los comerciantes de Necochea y todo el Distrito, dueño de Ocasiones Víctor, cuenta que el negocio es una parte esencial en su vida, y que desde que abrió nunca habia cerrado sus puertas hasta la llegada del coronavirus: “cuando papá se iba me quedaba yo, y cuando yo me iba quedaba él”. Resguardado en su casa, sin poder dejar en pensar en los demás dice que “lo que más tristeza me da son los chicos que iban a egresar, aquellos que se iban a casar y habían planificado todo”, apunta el “turco”, como le dicen sus amigos. También ponderó las medidas sanitarias por el Presidente y el Intendente de Necochea: “Lo que hizo Arturo (Rojas) es para sacarse el sombrero”.
“Esto nos cambió la vida a todos querido”, dice esa voz amiga de Luis Ale, sereno y reflexivo como siempre. El que es amigo de sus amigos, y que es amigo de todo aquel que lo conozca “Hola amigo ¿Cómo le va?”, su clásico saludo.
Ocasiones Víctor vuelve abrir sus puertas este lunes, algo que nunca había sucedido en tantos años de vida. “En cincuenta y cinco años de vida no habíamos cerrado nunca, ni por vacaciones”, cuenta el dueño de este mítico local de compra y venta de muebles, que desde hace varios años está en la esquina de calles 57 y 54. Cuenta que el mayor tiempo que tuvo en su casa lo hizo para “parar la pelota” y ver todo lo que tiene a su alrededor, pero además para ir a tiempo pasado y reencontrarse con otros amigos: “me metí en Facebook y busqué a los muchachos que habíamos hecho la colimba. La verdad que fue un momento muy lindo”, resalta Luis.
Disfrutar de un libro, hablar con sus hijos y nietos, esos que extraña mucho “no poder darle un abrazo, un beso, estando a quince cuadras de ellos es duro”, exclama el hombre de la sonrisa y el chiste al alcance de la mano.
Sin dejar de pensar en el otro, como siempre lo hace, dice que lo que más tristeza le ha producido es aquellos que tenían un montón de cosas planificadas como los egresados u aquellos que se iban a casar. Su voz de tanto en tanto se empieza a poner en un tono más bajo, se hace más espaciado el tiempo entre palabra y palabra, cuando habla de la desgracia que le tocó a la familia de Quequén “Es muy duro amigo, muy duro. Lo llamé a Mario (Wilgenhoff), Presidente de Ministerio, para ponerme a disposición de él”. La conmoción lo vuelve a invadir, piensa en esa familia, en esos chiquitos, que tienen casi la edad de sus nietos.
El hombre de la camisa de grafa marrón, y de pelo blanco, al que todos hemos ido a ver en algún momento de nuestras vidas y hemos recibido “lleve, después venís y ves como lo pagás” o el que te entrega un papelito como antes, con la misma fuerza que tiene un contrato firmado ante todo el Colegio de Escribanos de Necochea, tuvo palabras de elogios para el Presidente de la Nación y el Intendente de la ciudad. “Me gustaron mucho las medidas de Alberto Fernández, pero lo que más me gustó es verlo a ver al Presidente con Kicillof y Larreta juntos. Es algo cívico hermoso. Primero el País”, cuenta contento Luis Ale, al tiempo que califica diciendo que “eso es adultez”. Sobre el Jefe Comunal del Partido de Necochea manifestó “es para sacarse el sombrero lo que hizo Arturo (Rojas) como nos cuidó. Lo conozco de chiquito y sé de la contracción que tiene al trabajo”, resaltó uno de los mejores amigos que tuvo “Momo” Venegas.
Esta mañana de lunes, a partir de las 9 hs, “la esquina del mueble” o “el supermercado del mueble” como dicen algunos anuncios comerciales de su local abrirá, nuevamente, sus puertas. “Ya tenemos todo planificado, uno de los muchachos cada dos horas estará desinfectando todo el local, y vamos a tomar todos los recaudos necesarios para cuidar a mis muchachos, que son como mis hijos, porque paso más tiempo con ellos que con mi familia, y también para con los clientes que son mis amigos”, dice orgulloso Luis Ale. El amigo de sus amigos.