Hasta este miércoles, el lugar donde están depositados los restos óseos encontrados en un médano de Costa Bonita, era un misterio. Pese a que Guillermo Sabatini, titular de la UFI n°3, manifestó en reiteradas oportunidades no saber en qué lugar físico estaban esas piezas, se pudo establecer que se hallan en un depósito de la fiscalía a su cargo.
El representante del ministerio público, por otra parte, ordenó a todos sus colaboradores no proporcionar información a la prensa sobre el hallazgo de los huesos humanos en la localidad costera. La medida, que ya se comenzó a efectivizar, es tan rigurosa, que alcanza a todo el personal a su cargo, investigadores y todos aquellos que de un modo u otro estén vinculados al caso, por ejemplo, los arqueólogos y antropólogos del Conicet, que llevarán adelante las pericias correspondientes.
A casi 96 horas del hallazgo, las piezas encontradas todavía no han comenzado a ser peritadas. Es entendible, ya que recién se iniciaron los protocolos por el Coronavirus. Los análisis se realizarán en la Universidad Nacional del Centro con sede en Quequén.
Más allá del hermetismo reinante, otros investigadores filtraron la información que “los restos fueron trasladados desde otro sitio hasta Costa Bonita” y deslizaron que “no hace mucho tiempo que estaban depositados donde fueron hallados”. Y en ese sentido hasta suponen que es lógica la presencia de bolsas de nylon en el médano.
Por otra parte, está confirmado que se trata del cuerpo desmembrado de una mujer de alrededor de 30 años, de contextura robusta, como ya se informó.
En cuanto a los trascendidos sobre que los restos podrían pertenecer a una mujer aborigen, es porque quienes se acercaron a retirar los fósiles habrían observado algunas marcas o señales de ritos o prácticas antiguas. El dato es que si se descarta esta suposición, los investigadores comenzarían a averiguar sobre mujeres que han desaparecido en la región.
Los más reputados forenses suelen señalar que los cadáveres hablan. Aunque hayan pasado muchos años, es muy posible hallar en piezas óseas, como este caso, los registros dentales de la occisa, y diversos detalles como golpes o disparos. Asimismo, se podrá estimar el tiempo que esos restos llevaban enterrados.
Fuente: Alejandro Rillo (Periodista – AM 1380)